Fernando Savater
Entrevista
Internet, la escritura y el ordenador
La entrevista con Fernando Savater ha sido concedida a Domenico Fiormonte en Madrid el 11 de Junio de 1996. Haciendo clic sobre los iconos-cassette que aparecen en el texto se puede escuchar la voz original del autor. Para escuchar la entrevista se necesita Real Audio. El texto ha sido corregido y cortado en muchos puntos después de la grabación: esto explica las diferencias entre la versión 'oral' y la versión escrita. Atención: Variantes Digitales es un proyecto universitario para la didáctica de las lenguas y no tiene fines comerciales. Todos los materiales contenidos en esta página están protegidos por la ley del derecho de autor y no se pueden publicar sin autorización previa del autor, Fernando Savater, y de los editores de Variantes Digitales.
D.F. ¿Cuando empezó a usar el ordenador?
S. Lo estoy utilizando aproximadamente desde unos diez años . Fue en uno de mis viajes a Estados Unidos que compré el Wordperfect, creo en 86-87.
D.F. ¿Que le parece la escritura en ordenador?
S. Primero quiero decirte que yo manejo el ordenador de una manera rudimentaria y simplicísima, como una máquina de escribir un poco más complicada y nada más. No sé hacer ninguna diablura con él. Ahora, para mí es muy cómodo por la facilidad de corregir, la limpieza en que aparece el texto final, y el almacenamiento. Ya sabes, para todos los que escribimos, el papel es uno de los grandes enemigos, todo se te llena de papeles, y yo además soy muy desordenado y no encuentro nunca nada.
D.F. ¿Cuando escribe con ordenador, va imprimiendo muchas versiones del mismo trabajo?
S. Trabajando, por ejemplo, en un libro, no lo imprimo hasta casi el final. En ocasiones los entrego en disquete; y los artículos también los envío por fax o los llevo yo.
D.F. Este libro [Me refiero aquí a Ética como amor propio] también está escrito con ordenador?
F. Sólo en parte. Algunas de las ultimas cosas, algunos artículos sí. Este libro está en el límite en que empecé a hacer cosas con el ordenador.
D.F. Lo que estoy intentando hacer en mi proyecto es analizar la prosa pre y post-ordenador de varios autores españoles e italianos. ¿Cuáles de sus textos me aconsejaría comparar?
S. Sería más interesante comparar artículos, porque es el género que practico más. Por ejemplo, podrías comparar A decir verdad, Instrucciones para olvidar el Quijote, y Libremente.
[Grabación 1 - 612K] D.F. ¿Como autor usted no ha notado ningún tipo de modificación, ni siquiera, por ejemplo, en la estructuración y organización del trabajo?
S. Quizás personas muy organizadas, que hagan grandes esfuerzos bibliográficos, notas a pie de pagina, etc. Por lo que me cuentan mis compañeros de facultad, que se dedican a esto, pues efectivamente... Mi forma de trabajo es muy simple, sigo levantándome a buscar las citas en la librería, y cosas por el estilo. Funciones como cortar y pegar las he usado muy poco, quizás en algunas conferencias. Por ejemplo, una conferencia que en principio había dado a un publico determinado, y luego la reestructuraba un poco borrando párrafos.
D.F. Algunos han notado en la prosa ensayística una tendencia a “refreír”, es decir recuperar cosas antiguas, que están ahí almacenadas, para escribir cosas nuevas.
S. Yo no lo he hecho mucho -- hombre, alguna vez si! Pero es verdad que el aparato se presta muchísimo. Por ejemplo en las tesis doctorales, que tienen un planteamiento particular, no comercialmente literario, este tipo de trabajo esta al orden del día.
D.F. ¿En su opinión, el estilo de los ensayistas ha evolucionado gracias al uso del ordenador?
S. No creo que se pueda generalizar, primero porque no me atrevería a decir cuales son los colegas que manejan mas el ordenador. Yo tampoco creo que en quien es auténticamente escritor el ordenador pueda influir mucho. Claro, hay quien escribe libros pero no es un escritor. Probablemente, en la gente que 'hace' libros, influye mucho los medios, por todo lo que simplifica, ayuda, etc. Ahora, en quienes somos escritores, yo creo que influye bastante menos. Claro, notas una sencillez, una tendencia a corregir – en otras ocasiones había momentos en que llegaba la 'pereza por la tachadura', etc.
D.F. ¿Pero esto no es ya algo?
S. Sin duda, pero no sé hasta qué punto eso se reflejará en el propio estilo. Me acuerdo que un escritor y gran novelista español que murió hace poco tiempo, Juan Benet, ganó el premio literario Seix Barral con una novela que se llamaba Una meditación. Pues Juan Benet, que era ingeniero, escribió esta novela en un aparato que en cierta medida prefiguraba otras formas de escritura. Cambió el carro de la máquina de escribir y puso un rollo continuo, de tanta extensión como la novela que quería escribir. Porque él decía – con cierta razón – que todos tenemos un poco la longitud de la pagina en la cabeza. Entonces, al estar escribiendo, y al ver que acaba la pagina, tiendes a poner un punto, a cerrar, etc. La novela que él hacia era una novela de tipo experimental, suprimía la puntuación, tenia párrafos muy extensos, etc. Si tienes un párrafo de dos paginas, el echo de la pagina que acaba, de alguna forma condiciona que tu pongas el punto. Entonces lo hizo todo con ese rollo continuo (que desde luego fue de enorme dificultad para editarlo). Pero todo para no verse condicionado por la longitud de la pagina.
[Grabación 2- 917K] D.F. Esto es un problema muy interesante: el “dominio” que tenemos sobre la pagina se ve condicionado por el medio. En este sentido, ¿no cree que la pantalla introduzca un espacio nuevo, donde desaparece el tipo de control que tenemos con la escritura a mano?
S. Sí, pero comparando los tres medios, escritura a mano, a maquina, y con ordenador, me parece que los dos mas cálidos – es decir, donde la proximidad con el texto es mayor – son la mano y el ordenador. La gente, un poco ingenuamente, a veces dice que el ordenador es muy 'inhumano', etc., y no se da cuenta de que, en el fondo, el ordenador es mucho mas cálido, y te acerca mucho mas al texto que estas haciendo que la máquina de escribir.
D.F. ¿Ha notado una tendencia a escribir en párrafos, a dividir el texto en pequeños trozos en lugar de trabajar capítulos enteros?
S. El trabajo del libro es distinto del artículo. Yo estoy acostumbrado a escribir trabajos para revistas, periódicos, etc. en los cuales el espacio esta muy condicionado. Es un poco como todos los profesores que llevamos un reloj dentro del cuerpo, como el cocodrilo del Capitán Garfio: sabemos cuando se esta acabando la clase sin mirar la hora. De la misma forma, cuando estoy escribiendo, casi nunca miro, pero se si me faltan tres líneas o cuatro para el artículo, porque tengo el “timing” en la cabeza. Pero eso, no se si tiene tanto que ver con el ordenador como con el tipo de escrito que hace uno. En otro tipo de trabajos, como libros, etc., no he notado especialmente eso. Yo lucho para que los párrafos no me salgan demasiado extensos: procuré hacerlo en los dos libros que también están traducidos en italiano, Ética para amador y Política para amador [Etica per un figlio, Politica per un figlio], pero porque quería aumentar la fluidez de la lectura.
[Grabación 3 - 1,4M] D.F. A propósito de ética, ¿qué piensa usted de la guerra sobre la censura en Internet?
S. Primero, en cuanto surge una posibilidad de acción surge la necesidad de coartarla o reprimirla. La represión acompaña a la acción siempre, a veces para regularla, a veces para impedirla. A mi no me parece que sea muy factible una censura por razones morales. Todas las perversiones, en cuanto se persiguen, aumentan, porque su atractivo es ser perseguidas…
D.F. ¿No ve usted peligros en el hecho de que esta masa de información puede ser controlada por pocas centrales de poder?
S. Yo creo que esto será cada vez mas difícil. Y no tenemos que olvidar que todos los espacios de libertad son espacios de riesgo. Supongo que algún tipo de control debería existir para determinadas casos – por ejemplo, me imagino que las instrucciones para fabricar explosivos podrían crear ciertos problemas, pero en general no mitificaría los riesgos del 'gran hermano'. Cuando se habla de tecnología siempre surgen dos figuras: el conservador, que piensa que a través de la televisión van a entrar todos los demonios de su terror y de su inconsciente, y el fantasma del Big brother que nos va a dar ordenes y a vigilar todos. Yo creo que las dos cosas son bastante exageradas.
D.F. ¿Usted leyó acerca de ese proyecto que proponía poner en todos los ordenadores un microchip para identificar futuros criminales…?
S. … para detenerlos antes que cometan sus crímenes! Esto me recuerda aquella frase del ministro del interior alemán que quería aplicar los métodos de prospección sociológica sobre la criminalidad, y que llego a decir “nosotros ya sabemos quienes son los criminales, ahora tenemos solo que esperar que cometan sus delitos para cazarlos.”
D.F. Otro problema – planteado por ejemplo por Furio Colombo en su libro Confucio nel computer – es la “falta del otro” que se observa en el mundo de los “seres digitales”. ¿Esa desaparición de la realidad es una amenaza?
S. Bueno, la verdad es que yo tampoco se que se quiere decir con la palabra “realidad”. La realidad que vivimos hoy los hombres del siglo XX se parece muy poco a la realidad del siglo XVIII. Todos los progresos han ido cerrando algunas puertas y abriendo otras. Pensemos a todo lo que supuso la navegación con los barcos a vela, que produjo las novelas de Conrad, etc., y cuyas aventuras acabaron porque hoy todo el mundo viaja en avión. Se podría decir que hoy uno ha perdido las emociones de esos viajes que eran pasar hambre, sed, tener peligro de naufragio, etc. Pero en un viaje en que no experimentas cierto tipo de emociones experimentas otras: la velocidad, la posibilidad de conocer lugares nuevos…
D.F. En pocas palabras usted es optimista… S. No, yo soy fatalista: en el sentido de que mas o menos los problemas van a seguir siendo los mismos con fax, Internet, o… sin ellos!
D.F. Se dice también que el ordenador es un instrumento que influye en la mente. Pensemos en la realidad virtual: tenemos hoy una tecnología para crear mundos paralelos donde se pueden vivir simulaciones de la existencia real. Incluso las aventuras de Conrad.
[Grabación 4 - 1,3M] S. Sospecho que ni las personas que creen que eso va a resolver los problemas de la humanidad, ni las personas que de pronto sienten pánico, se plantean el problema de manera razonable. La capacidad de adaptación humana es tal que inmediatamente los extremos trastornadores se regulan por si mismos. El otro día estaba leyendo unos textos de autores ingleses sobre los informes médicos de finales del siglo pasado ¡sobre los trastornos que producía el viajar en tren! Estos informes son interesantísimos, porque se ve que los psiquiatras británicos estaban convencidos de que el hecho de ver pasar paisajes, y vacas, a la 'enorme' velocidad del tren, trastornaría la mente de tal manera que las personas sufrirían cambios de personalidad, se alteraría su vida al ritmo de los cambios de estaciones, etc. Bueno, todo esto es muy perecido a lo que se oye sobre los efectos de la realidad virtual, y de otras tecnologías, de manera que me hace dudar de todas las previsiones.
D.F. Usted probablemente sabe de los manifiestos de la Nueva Derecha americana, donde se predica la llegada de la “republica electrónica”, identificada con el pueblo de Internet. Uno de los problemas que se plantean en estos documentos es el voto electrónico: ¿qué piensa usted de esta posibilidad?
S. El voto electrónico es probable. Lo mismo que el teléfono ha cambiado mucho nuestras relaciones sociales: pienso en las encuestas telefónicas, el uso comercial, etc. De misma manera es evidente que el micrófono modifico la democracia: por ejemplo en la democracia griega, según cuentan los historiadores, una de las cuestiones importantes era contar cada grupo o cada partido con una persona de buena estatura y fuerte voz para hacerse oír, porque normalmente en una sala en que había tres mil o cuatro mil personas no se oía. Entonces también los políticos importantes procuraban tener siempre portavoces de buena estatura y fuerte voz para que hablaran y se les oyera. Bueno, este problema el micrófono lo resolvió. Evidentemente hay una serie de cosas que han ido cambiando, y yo estoy convencido de que los referendum se podrán hacer desde casa con un sistema electrónico, como hoy resolvemos los problemas fiscales, etc.
D.F. ¿El hecho de que un político a través de un sistema de encuesta electrónico pueda pedir la opinión de la gente en cualquier momento, no podría ser un peligro?
S. Pero eso solventará algunas cosas, y creara otros problemas; ahora que tenemos la facilidad para intervenir, ¿hasta que punto realmente la gente va a intervenir sin tener ningún conocimiento de causa? Pero hoy no interviene, y tampoco hay mucho mas conocimiento… Quiero decir, ¿que se van a plantear problemas nuevos?, sí; lo que no creo es que estemos en el Apocalipsis. Me acuerdo de aquello que contestaba Víctor Hugo cuando le preguntaban “¿Usted no teme el fin del mundo?”: “El fin del mundo ha pasado ya muchas veces…”. El fin del mundo pasa muchas veces, y el Apocalipsis ocurre frecuentemente, de modo que el Apocalipsis no va a ocurrir por el ordenador, por Internet, ni por nada de eso…
[Grabación 5 - 1,5M] D.F. Hablando de nuevos retos, Nicholas Negroponte, el profeta del mundo digital y profesor en el Media Lab del MIT, en una conferencia en Nápoles declaro que “la historia es un fardo inútil”.
S. En Estados Unidos hay una amplia aceptación de ese tipo de planteamiento desde hace anos – y no se puede culpar a Internet. Los que hemos sido profesores en Estados Unidos hemos notado que hay un desprecio general por la historia. En nuestra época, y en Europa también, hay una desestimación por el conocimiento histórico y en general por todo lo que suponga experiencia.
D.F. ¿Se huye de la experiencia como sufrimiento?
S. Claro, la experiencia es eso: no puede ser siempre placentera. Se viven vidas anestesiadas, hay un descrédito del modelo “senior”. En Ética para amador me burlaba un poco de que los padres que no quieren ser padres – porque eso es un modelo un poco antipático, autoritario, represivo, etc. – y entonces se presentan como “el mejor amigo” de su hijo; y realmente es mucho mas importante ser el padre que un amigo: el papel del padre no es el papel de un amigo. Hay que aceptar una experiencia que hoy no está aceptada por el propio proceso laboral: se busca gente sin experiencia porque se le va a dar a manejar aparatos que, como están cambiando constantemente, cuanto menos sepan, mejor. Entonces una persona con una formación sólida, con anos de experiencia de trabajo, es vista como alguien que crea problemas. Eso influye, pero no creo que se pueda culpar al ordenador.
D.F. Joseph Weizenbaum [uno de los padres de la inteligencia artificial] hace casi 30 anos escribía que el ordenador, mejorando la estructuración y organización de los datos, había salvado a las burocracias occidentales...
S. Es verdad que el ordenador está resolviendo ese inmenso problema del colapso burocrático, que algunos grandes países tenían…
D.F. ¿Mejorar la eficiencia del sistema entonces quiere decir salvar el sistema?
S. En parte, pero también puede mejorarlo transformándolos. Por ejemplo en la educación: un CD-Rom o Internet son mecanismos educativos excelentes. Claro, también puedes decir que con eso se renuncia a ir a la escuela, no se tendrá contactos con los coetáneos, etc.: todo tiene su contrapartida. El ordenador hoy tiene unas grandes ventajas -- por ejemplo la importancia que tuvo en la propia caída de la Unión Soviética. Probablemente el haber contado con elementos tecnológicos (ordenador, fax, etc.) ha servido para luchar contra una estructura tiránica pero pesada y todavía basada sobre el papel. Me imagino en una dictadura como la franquista: en lugar de una multicopista para pasar los panfletos, ¿como habría sido si hubiéramos tenido un fax para poder enviarlos! Luego ya sabemos que el fax no es siempre emancipatorio, ni muchísimo menos… O sea, no hay ni que asustarse ni que engrandecer las cosas. Se trata de tener una actitud abierta, atenta y vigilante, nada mas.
[Grabación 6 - 760k] D.F. Volviendo brevemente al tema de la escritura electrónica, ¿cómo ha cambiado su manera de trabajar? ¿No tomabas notas antes?
S. Alguna vez hago una pequeña ficha, o un guión; sobre todo cuando es un libro hago un par de fichas para no perderme del todo, pero en general escribo directamente a ordenador, y antes a máquina de escribir. He tendido en general a escribir bastante de un solo golpe, tampoco soy un corrector escrupuloso… ahora sí corrijo mucho más, directamente en ordenador.
D.F. ¿Entonces cuando imprime en el papel es esa la última copia?
S. A veces, como a todos, se me ocurre una última corrección sobre el papel. Lo que pasa es que ahora la facilidad de poder ir al ordenador es tanta que a veces estas en la cama, te acuerdas de un adjetivo que no te gustaba, y te levantas corriendo para ir a corregir… eso no lo habría hecho a mano, porque hay un momento en que ya la pagina esta tan recargada de correcciones, y como yo nunca he sido capaz, como hacían otros amigos, de volver a hacerla entera, por pereza me decía: “qué mas da, me pongo a escribir otra!”
D.F. Proust corregía y recorregía muchísimo, cortando y pegando papeles a las paginas, de versión en versión: ¿con un ordenador no habría terminado nunca de escribir su novela?
S. No sabemos… quizás habría escrito mas! A veces el deseo de liberarse de lo que esta uno haciendo es muy fuerte. El parece que era uno de aquellos que tenían el deseo de continuar eternamente. Y esa, en fondo, quizás es la verdadera pasión y pensamiento oculto de ese tipo de escritor: “por qué algo tan hermoso dárselo a los demás?”